Monday, September 24, 2007

A proposito de Quebracho


Bueh, retorno después de unos días de suave remoloneo en otras realidades y en una charla de amigos por internet sobre Quebracho realicé los siguientes comentarios: esos no son nada, están tan infiltrados por la federal y los servicios que en realidad sólo sirven como provocadores y los hacen decir cosas pour èpater le burgeoise, los hacen taparse la caripela para que la gente se asuste y pida: mano dura con estos izquierdistas!!!

MENTIRA, son tan de izquierda como Biondini, algunos de ellos son borregos que les encanta sentirse "duros"... y como ser skinhead no es para cualquiera, se meten a quebracho...

Quebracho es el lado oscuro de la política, el instrumento del propio estado, perverso, para exacerbar determinados intereses en el momento en que les conviene.

La mayoría son carne de cañón, son ignorantes que les encanta la mística del kefieh y la molotov, del pasamontaña y de la pancarta, de la clandestinidad y del compromiso ideológico. El pastiche es tan, pero tan heterogeneo que quebracho podría ser confundido facilmente con un grupo de ultraizquierda...son solo una pústula que siempre estuvo, con diferentes nombres, con diferentes atavíos, pero siempre tuvimos mano de obra disponible, en forma de inútiles que pululan, tímidos, primero por la ultraderecha, bucean en las galerías del microcentro mirando librejos y militaria vencida, y cuando un gil con dos dedos les "explica" el mundo o se calzan las botas con punteras de hierro y se rapan o se dejan crecer la barba pedorra, morral y kefieh al cuello, todo ello ostinato rigore...parecen contrarios...no lo son, los skinheads y quebracho se nutren de los mismos salames, de los mismos tipos que no pueden prosperar en nada, se nutren del dolor y la frustración y la estimulan en sus miembros. Nada de estudiar o trabajar...nada de futuro, revolución o muerte!!!! la mejor forma de justificar el fracaso.

Usan alegorías enclenques para exasperar y justificar el odio generado por su propio fracaso. Usan una lógica resbalosa para que la nada y el disparate asuman el rigor de postulados ideológicos.

La suma de sus tonterías, son el desatino llamado quebracho.

No me preocupan ni me asustan.