Sunday, December 11, 2016

Cuesta del Viento

Cuesta no es el paraíso. Cuesta no invita al placer hedónico del abandono a las caricias del viento tropical, o la suave tentación al remoloneo en las arenas blancas de Barbados, Jeri o los pastizales suaves del Río de la Plata. Es necesario aclarar que uno siempre está más cercano a la conjetura que a la objetividad, y mi docta ignorancia me obliga a ser férreamente subjetivo, aun a riesgo de regodearme en una impotencia reflexiva o a acampar en el deleite de la incomprensión. Dicho esto, he de reiterar que Cuesta no es el paraíso, no, es un campo de pruebas, una antesala al infierno, un desafío inveterado a la Madre Naturaleza, donde sólo se puede esperar dos resultados, uno perdidoso, en el que no solo puede verse afectada la dignidad, sino el físico o, en el mejor de los casos, y como segundo resultado alternativo, lograr un dignísimo empate, que se hace manifiesto cuando salimos del lago, temblorosos y demudados, arrastrando los equipos en los pedregullos de las ásperas riberas, mirando atrás como quien huye de una batalla que no puede vencer, jamás. La potencia de este lugar no solo es sobrecogedora, es enigmática. El aliento del Dragón que despierta, todos los días algo diferente, algo adormilado al principio y pleno de poder y, a veces, de una furia palpable y muy desembozada. Cuesta no es el paraíso, pues es un desafío a los temores, a los atavismos y a los preconceptos. La montaña definitivamente está viva, respira un aliento profundo, caliente, helado, feroz o amable, pero está viva. Es necesario, acá en Cuesta, y se me ocurre imprescindible, revisarse, criticarse, cada minuto, cada segundo, porque no es posible la certeza, pues casi todo es un desafío a los sentidos y a las capacidades. Las mañanas serenas y llenas de un plácido silencio, ni siquiera roto por algún ocasional pajarito enamorado de su imagen en el reflejo de la ventana, o el profundo zumbido de un enorme abejorro, no son presagio del despertar paulatino del dragón, cuya cueva está, definitivamente, en el Vertedero del Dique Cuesta del Viento. El viento no tiene un comportamiento perfectamente predecible, pues solo es posible predecir que sopla fuerte, muy fuerte o insanamente fuerte, una vez abiertos los portales de la cueva del dragón. Su respiración, pesada y torpe al mediodía, se convierte en un juvenil alborozo solo un par de horas más tarde, para terminar, casi siempre, en un furioso vendaval de enojona índole y terrible consecuencia. Somos como juguetes en el viento, sujetos al azar del humor de una naturaleza que elige cuando y como desgranar sus veleidades. Aun en lo más violento del vendaval, Cuesta invita a la reflexión, a la introspección, a la posibilidad de probarnos en un ambiente raro, casi irreal. No solo en cuanto a las habilidades y técnicas windsurfísticas, sino en cuanto a templanza y dominio de uno mismo. Es perfectamente claro, para mí, que Cuesta es un lugar único en el universo, no destinado al goce puro, sino a la reflexión y al autoconocimiento. El windsurf es solo una excusa, el viaje a Cuesta es más profundo que el mero planear en un lago multicolor, verdemarronamarilloceleste, sino que es planear en la propia existencia en la que quedan de manifiesto las limitaciones que nos definen como meros seres humanos.

Saturday, November 05, 2016

EL Zen y el arte de la navegación a vela o, mejor dicho, el Windsurf.

Los windsurfistas somos una especie rara, atormentados por mantenernos al dia en equipamiento, soñamos despiertos rememorando ese primer borde, quizas en aguas cristalinas, quizas en aguas turbias, pero siempre seran aguas cálidas, aun si estan a siete grados, pues es la calidez del abrazo del aire marino, lagunero o fluvial, que nos calienta el alma, aun hoy, a decadas del inolvidable primer borde razonable. Los windsurfistas somos una especie rara, que no duda en desprenderse de una vela o tabla que nos dio enormes satisfacciones, con el solo estímulo de la promesa, mentida o certera, de un nudo mas, de una levísima ventaja, de un gramo de menos... lo cierto es que no somos apegados, y al mismo tiempo mantenemos un prolijo y exhaustivo registro mental de cada pieza de equipamiento que pasó por nuestras manos... estoy seguro de que casi todos nosotros podemos hacer un racconto, bastante exacto de las tablas y velas que alguna vez poseímos, o que nos poseyeron, podría inferirse sin mucho riesgo, pues el windsurf se apodera de tu alma, invade los intersticios de la conciencia y de la inconsciencia, la mirada perdida en los árboles, la obsesiva consulta a los pronósticos meteorológicos... la resistencia a comprometer un dia, una hora, un instante, por la mera posibilidad de que sople. Y la ansiedad del pronóstico de varios días por delante, la resistencia a comprometer la agenda, el silencio en el alma ante la dilución en el olvido, cuando los treinta nudos previstos se convierten en amarretes once y disminuyendo... La nostalgia y la anticipación son parte esencial de nuestro deporte, y no temo decir que, en realidad, está más vinculado con la meditación trascendental, con el Zen, que con el fútbol. Surcar, mano propia, los mares del universo, nos acerca, irremediablemente, a la íntima comprensión de que somos parte de un todo, vela y viento, ola y estela, fugaces, rápidos, eternos, porque nuestra huella, nos queda en el alma, nada más. Nada menos.

Sunday, September 04, 2016

Agnes de Kolkata

Hoy canonizaron a la señorita Agnes Gonxha Bojaxhiu, también llamada Madre Teresa de Calcuta. Debe siempre recordarse que se trato de una belicosa militante de cierta concepcion algo enloquecida de la fe. Enarboló, con entusiasmo, la idea de que el sufrimiento de los pobres es un don de Dios: “Hay algo muy bello en ver a los pobres aceptar su suerte, sufrirla como la pasión de Jesucristo–El mundo gana con su sufrimiento”. Recibio millones en donativos, jamas puso siquiera un dispensario razonable, ni en Calcutta ni en ningun lado, sino que abrió como 500 conventos. Fue una fundamentalista del sufrimiento militante, de la concepción de cuanto peor, mejor. Promotora de la pobreza, la marginalidad y las monstruosidades, tuvo una prensa ingenua que erro el diagnostico y el pronostico. Francisco es producto del mismo vientre. El del mantenimiento de la grey en la ignorancia y la mas profunda dependencia.

Tuesday, June 21, 2016

IBAR IMAS IMENOS

La detención de Ibar Pérez Corradi era una cuestión de mero tiempo. La red de protección política y policial que se le tendió desde la administración anterior quedó desmantelada no hace mucho, sólo faltaba que le saquen unos dolares mas, al Ibar, los entenados de la AFI residual, los policías paraguayos, casi Minions, que se dieron cuenta tarde de que podían ordeñar esa vaca más asiduamente, y la sombra de la mutua protección con la que se le vendió impunidad, hace más de cuatro años, cuando el emblema de la corrupción judicial, el pretenso bailarín del bailando por un baile, chapoteando en las negras y malsanas profundidades del Juzgado Federal que desgració desde los 90, lo dejó inexplicablemente libre, desapareciendo en un plin! estrellado, cuando se lo requería desde las fraguas jurídicas de la fiscalía de Mercedes, cuyo esforzado Hefestos, un joven de nombre Juan Ignacio Bidone, al que mas de uno supuso, erróneamente, que la armadura le quedaba algo holgada, y que en el Juicio Oral demostró no sólo su valía sino su valentía e inteligencia. Todos sospechabamos de una inconcebible e invisible malla de proteccion politica, que envenenaba los pozos de la investigacion, instilando testigos falsos, peritos de impertérrita caradurez, y abogados de probada andadura en el barro de la desinformación, la maniobra y la opereta. Algunos, los que desandamos el arduo juicio oral en todas sus audiencias, sospechábamos que desde la instancia política más alta, tan alta como le permitió el insigne mostacho, la innegable historia y la impunidad del cargo, se manipulaba y se mandaba al muere a cuatro culpables, cuatro ciertamente culpables, pero no los únicos culpables. Esa estrategia, hábilmente jugada por los propios abogados de los acusados, que desplegaron las armas del absurdo, de la ridiculez y de la burda prevaricación, sólo buscaba que los dos pares de hermanos, ardieran en la hoguera de la condena, jurídica y social. Solo los dos pares de hermanos. Solo ellos. Una táctica que ese poder menguante pretende repetir en Baez y en López. La fantasmal presencia de Pérez Corradi, que aun en su ausencia imponía una presencia de poder, influencia y temor, indicaba que, efectivamente, los cuatro sacrificados, justamente inmolados, no se hallaban solos. La red de complicidades que se infería en los estamentos del Estado, se asomaba, impúdica, y perfectamente discernible, en los testimonios que se rindieron durante el juicio, por parte de algunos que debieron haber sido imputados de narcotráfico, por lo menos, y dejaban en evidencia que la mano directriz, la pesada mano que manipulaba no solo los hilos de la venta, sino los artilugios del andamiaje legal en los que se apoyaron para perfilar el mayor negocio narco de la historia argentina, no se encontraba sino en la dual persona del Ministro. Aquel Ministro que desgranaba sus acideces, ironías y burlas, siempre en detrimento de la verdad, un mentiroso increíble, patológico, persistente e irredento. E impune. No es sencillo decodificar una realidad que para mi es clara como el agua. Demasiadas mordazas y temores debieran caer. Es el momento.