Friday, June 30, 2006
Malvinas Los suicidados de la sociedad
MALVINAS los suicidados de la sociedad.
En realidad, hay mucho de mitología retroalimentada, mucha fantasía, mucha historia agrandada hasta la inmensidad, mucha historia falsa entre mucha verdadera, pero mas que todo hay una necesidad inmensa de trascendencia. Vana aspiración de gloria negada, denegada por una sociedad vergonzante, que castigó a los veteranos transmitiéndoles el oprobio de la plaza aullante y el siniestro triunfalismo que obnubilo a una sociedad travestida. El silencio del desembarco, la humillación del amable trato ingles a nuestros soldados, niños sin motivación, oficiales confundidos por décadas de equivocar el enemigo situándolo en el propio pueblo.La mitología se alimento de los cadáveres de historias oídas al pasar. La mentira comenzó a surcar, sinuosa, los entresijos de los veteranos y los disfrazados. Hombretones en fajinas falsificadas en paraguay mangando sin tapujos ni vergüenza por los veteranos. Mentirosos que dañaron definitivamente al verdadero veterano. Muchos de estos comenzaron un proceso de hipermalvinizacion, fogoneado por el desinterés de la sociedad, que los ignoró, que los ninguneo, que no les otorgo la verdadera posición que merecían, es decir la de patriotas auténticos que fueron llamados a las armas y cumplieron estrictamente con su obligación. Y acá es donde a mi juicio se produce el quiebre definitivo, la imagen de si mismos de quienes combatieron en Malvinas se desdibujo, empezaron, muchos de los veteranos a creerse los mitos que ellos mismos contribuyeron a crear. Esta dicotomía insalvable entre la realidad de lo que sucedió allá y lo que muchos creen que sucedió, aun los que estuvieron allí, cimentó el paso subsiguiente, el de creer que jamás se volvió de Malvinas...el complejo de Rambo...con respeto lo digo, no el Rambo armado hasta los dientes, sino el que bien menciona mi amigo Mopso. El complejo de la guerra que nunca se acaba, realimentado por un grupo de veteranos muy frustrados e irrealizados, que prefiere verse en el papel de victima eterna mas que en el de héroe que retorna. Con todo respeto, la guerra no es una experiencia de la cual no se retorne nunca, lo digo por experiencia, no hablo gratis.La lucha personal que libran los excombatientes de Malvinas tiene mas que ver con el ninguneo que la sociedad les propina cada día de su vida, mas que con el otorgamiento o no de pensiones razonables. El mundo esta lleno de guerras, de soldados, de combatientes, de guerrilleros, de luchadores, ninguno tan traumatizado como el ex soldado promedio que estuvo en Malvinas. Porque? Porque se suicidan a un ritmo 14 veces superior al promedio argentino?. Esta información NO ESTA COMPROBADA CIENTIFICAMENTE. Aviso que creo igualmente que hubo una tasa de suicidios alta y una tasa de frustración y abandono aun mas alta. Creo que la explicación esta en un pliegue muuuuuuuuuuuy oscuro de nuestra historia. El soldado lucha por su compañero, por su pelotón, y recién ahí lucha por su país. Ese es un fenómeno absolutamente estudiado, comprobado a través de las guerras que se libraron en el siglo veinte y comprobado por mi en mi propia carne, mi propio pellejo.Los soldados de Malvinas no tuvieron tiempo de crear ese lazo irrompible que hace que un combatiente llame a otro "hermano" "Aji" "brothers in arms", ese lazo que hace que uno cargue a su compañero, que pesa 100 kilos, por largos kilómetros en el peor barro, bajo fuego, esquirlas, metralla, cañones y aviones volando bajo. Ese vínculo no se creo, no se solidifico, no hubo tiempo, no hubo intención tampoco, pues la concepción elitista y pedorra de nuestros paupérrimos oficiales tampoco lo permitía. La distancia, el estaqueo, los bailes, la diferencia, el maltrato, todo eso les infringían nuestros oficiales a quienes iban o se suponían que deberían dar la vida, en primer termino, por ellos!!!!!La derrota militar no fue indigna, fue inevitable. También fue inevitable que en cada ex combatiente se cristalice, final y tardíamente, la sensación de hermandad. Pero como dije, tardíamente. Por eso afloran sensaciones de desasosiego, porque esa entrega al compañero que debería haberse dado en combate, no se produjo en su debido tiempo. Por eso las preguntas: porque mi amigo y no yo....por eso el eterno retorno a un ilusorio combate recurrentemente perdido. Y en esa debilidad hace carne la idea autodestructiva. La desvalorización profunda que implica el suicidio es la idílica solución al dilema de la vacuidad de la derrota reiterada día a día, derrota en la vida y en la muerte. La ideación suicida también se copia, es un fenómeno conocido que el suicidio es contagioso, sobre todo en personas inmaduras como los adolescentes. La guerra de Malvinas supuso para muchos quedar "malvinizados" por siempre. Desenredarse de la guerra es madurar y muchos no lo logran, por múltiples causas, falta de apoyo familiar, falta de apoyo estatal y probablemente la causa mas importante: la mariconeada típicamente porteña y que se extendió a cada rincón de la argentina, merced a la globalización interna, de creerse el centro del mundo y que el mundo gira en torno a nuestras necesidades y nada mas. No hay dudas del sufrimiento de los combatientes, quienes faltos totalmente de motivación, de preparación y fundamentalmente faltos de teta materna de nutricia leche patriótica, fueron a morirse de frío, miedo y soledad al páramo Malvinense.La denegada gloria. El suelo patrio más frió que el de las Malvinas.El grito sagrado, ahogado por la vergüenza de la dictadura.El error irreparable del "General Majestuoso". Por dios!!La movilización ciega y la desmovilización aun mas ciega de una sociedad entera.El grotesco espectáculo de los falsos combatientes mendigando, indignos, una moneda. La sobreactuación del suicidio, como última tilinguería de la debilidad. (que se enoje el que quiera, me la banco).El maltrato estatal, el destrato del abandono. El melodrama interpretado por algún excombatiente que "lucha todos los días en Malvinas".El silencio de la sociedad. El silencio de todos. No creo que haya que encumbrarlos en el pedestal de los héroes, pues no todos lo son, sino al justo sitial del patriota que acudió al llamado de la patria, aun equivocada.